La precandidata presidencial del Centro Democrático y su padre, Frank Holguín, un conocido testaferro de Pablo Escobar, terminaron adquiriendo un terreno de la nación. ¿Cómo lo hicieron?
El 27 de mayo de este año, Felipe Hartmann, director de la Agencia Nacional de Tierras, reveló que ocho congresistas estaban implicados en la apropiación ilegal de terrenos baldíos. A pesar de que la senadora y precandidata presidencial Paola Holguín Moreno, del Partido Centro Democrático, no figuraba en la lista revelada por el Gobierno, una investigación que adelanta CasaMacondo descubrió su participación en la negociación de un predio de origen baldío.
Se trata de la finca La Majita, ubicada en la vereda La Peña del municipio de Guatapé, Antioquia, un terreno baldío de 3 hectáreas y 4.100 metros cuadrados. Originalmente este predio fue adjudicado por el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (Incora) en 1986 a un hombre llamado Alonso Cardona Quintero, quien posteriormente lo vendió por 17.310.000 pesos en 1997 a Frank Holguín Ortiz, padre de la senadora y testaferro de Pablo Escobar. En el año 2000, Holguín Ortiz transfirió parte de la propiedad a su hija por una suma de 22.561.000 pesos. Un año después, en 2001, la senadora Holguín vendió su parte a Mauricio Molina Buitrago por esa misma cantidad.
Los baldíos son terrenos de propiedad pública, pertenecientes al Estado, que no tienen dueño particular ni uso asignado. La Ley 160 de 1994, y anteriormente las leyes 135 de 1961 y 30 de 1988, establecen que estos terrenos deben ser adjudicados prioritariamente a campesinos sin tierra, comunidades indígenas o afrodescendientes, con el objetivo de promover el acceso equitativo a la tierra y fomentar su uso productivo, como la agricultura o la ganadería. La adjudicación se realiza bajo criterios estrictos, priorizando a quienes carecen de recursos y garantizando el uso sostenible del terreno, mediante procesos gestionados por la Agencia Nacional de Tierras.
¿Quién era Frank Holguín?
El padre de la senadora Paola Holguín actuó como testaferro de Escobar, adquiriendo propiedades a su nombre para ocultar el origen ilícito de los fondos. Una investigación de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), realizada en 1997, demostró un incremento considerable en los activos de Holguín Ortiz sin justificación aparente, y vinculó ese cambio de fortunas a las actividades del líder del cartel de Medellín.
El proceso judicial de la DNE detalla cómo Holguín Ortiz compró un apartamento, un depósito y un parqueadero a Escobar en 1991, una transacción que las autoridades calificaron de «simulación». A pesar de los intentos de la defensa por negar la relación de Holguín Ortiz con el narcotraficante y cuestionar la falta de condena formal contra Escobar, la justicia determinó que los bienes fueron adquiridos con dinero proveniente de actividades ilícitas y ordenó su extinción de dominio y el traspaso al Estado.
Este caso ha reavivado el debate sobre las conexiones entre la política y el narcotráfico, especialmente por el papel prominente de la hija de Holguín Ortiz en la escena política nacional.
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