El caso de dos casas
Francia Márquez y sus tratos con un captador ilegal de dinero y un agresor ambiental
A uno le compró un predio y a otro se lo tomó en arriendo. Ambos habían sido sancionados, pero eso no impidió que cerraran tratos comerciales con la vicepresidenta Márquez.

En 2024, Francia Márquez adquirió una propiedad de 3.111 metros cuadrados en la parcelación Laguna Seca, 9 kilómetros al norte de Cali, en una zona de casas campestres aireadas por la brisa que corre desde las riberas del río Cauca. Por ese lugar de ensueño, la funcionaria pagó 1.310 millones de pesos, 920 de ellos provenientes de un préstamo del Fondo Nacional del Ahorro. Algunos opositores del Gobierno cuestionaron el otorgamiento de ese crédito hipotecario e intentaron impedirlo.
La vicepresidenta se defendió sin titubeos. «Para mí y para la mayoría de colombianos, acceder a un crédito para tener una vivienda es un esfuerzo de todos los días. Yo lo hago con la frente en alto, sin hurtarle los recursos al Estado ni meterme con las mafias del narcotráfico. Gracias a Dios». El predio del que Francia Márquez se enamoró, y que finalmente pudo comprar, tiene una historia.
Su anterior propietario fue José Ignacio Bohórquez, acusado de captación masiva e ilegal de dinero a través de la sociedad South Commerce Group S. A. S. En julio de 2014, la Superintendencia Financiera suspendió las operaciones de esa empresa y la Superintendencia de Sociedades ordenó la toma de posesión de sus bienes, así como los de varias personas vinculadas, incluyendo a Bohórquez, quien figuraba como miembro de su junta directiva, gerente suplente y accionista minoritario.
El predio del que Francia Márquez se enamoró, y que finalmente pudo comprar, tiene una historia. Su anterior propietario fue José Ignacio Bohórquez, acusado de captación masiva e ilegal de dinero a través de la sociedad South Commerce Group S. A. S.
South Commerce Group, fundada en 2007 por Luis Felipe Arbeláez, se ofrecía como una empresa de exportación de café a Estados Unidos e importación de leche en polvo y azúcar, de Perú, Bolivia, Guatemala y Brasil. Entre 2012 y 2013, la compañía reportó ingresos de $22.300 millones anuales y se ganó la confianza de decenas de inversores, entre empresarios y personas del común, encandilados por la promesa de ganancias automáticas. Mala señal. En septiembre de 2013, los pagos mensuales comenzaron a retrasarse.
En la sede de la empresa, en el barrio El Peñón, de Cali, se fue aglomerando gente que exigía el desembolso de sus ganancias. Las voces, primero de desconcierto, después de nerviosismo, terminaron por correr un telón tras la fachada. South Commerce Group operaba bajo un esquema de captación masiva de dinero, utilizando contratos de cesión de derechos y boletas de operación comercial sin respaldo, una jugarreta criminal que enriqueció a sus promotores, más listos que los ingenuos que les creyeron.
José Ignacio Bohórquez pidió que lo exculparan porque su participación en el tramado había sido laboral, como jefe de compras y director de operaciones, pero sin acceso a la información contable o financiera de la empresa. Según él, su nombramiento como gerente suplente había sido simbólico y había actuado de buena fe, como cualquiera de los inversionistas esquilmados. Pero a pesar de su insistencia, las autoridades no le creyeron.
Según la Superintendencia, él sí firmó contratos de cesión de derechos y boletas de operación comercial, lo que confirmaba su participación en el esquema de captación no autorizada. La responsabilidad penal en una defraudación poco tiene que ver con la buena o mala fe. Lo definitivo es la vinculación con el esquema de engaño y abuso. Para las autoridades estaba claro que el rol de Bohórquez como miembro de la junta directiva, gerente suplente y accionista, lo condenaba.
La que años después compró Francia Márquez no es la única propiedad de Laguna Seca vinculada con los timadores de South Commerce Group. En una estrategia de ocultamiento de bienes, para evitar futuros embargos, Luis Felipe Arbeláez les vendió inmuebles a algunos familiares por cifras irrisorias, entre ellos un lote allí, en esa parcelación. ¿Sabía la vicepresidenta que la casa de sus sueños era propiedad de un captador ilegal de dinero, un defraudador de más de cien personas y empresas por montos entre los 20 y los 7.000 mil millones de pesos?
En el registro notarial se lee una salvedad en relación con la pareja de la compradora. «Los que se adquieren por este instrumento público no se someten al régimen de afectación familiar, razón por la cual el señor Rafael Yerney Pinillo Ocoró comparece en calidad de compañero permanente para aceptar la no afectación a vivienda familiar», redunda el documento y no admite dudas. La única dueña de esa propiedad de 3.111 metros cuadrados en Laguna Seca es la compradora, punto.
¿Sabía la vicepresidenta que la casa de sus sueños era propiedad de un captador ilegal de dinero, un defraudador de más de cien personas por montos entre los 20 y los 7.000 mil millones de pesos?
Una casa en arriendo
Antes, recién posesionada como vicepresidenta, Francia Márquez vivió en una casa finca en el corregimiento de Dapa, cerca de Laguna Seca, también en el norte de Cali, en una zona de gente adinerada. Sus contradictores la acusaron de arribista, pues iba a ese predio en helicóptero. «De malas», les dijo ella y se encogió de hombros. Pero lo controversial no es que llegara a esa casa volando. El dueño del lugar resultó ser un agresor ambiental, un empresario repudiable para los ecologistas del norte de Cali.
Su nombre es Hember Moreno Patiño, vinculado a un proceso sancionatorio por poner en riesgo un área de la Reserva Forestal Protectora Nacional La Elvira, ubicada en la vereda Miravalle, allí mismo, en Dapa. El 13 de enero de 2023, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca comprobaron que había realizado movimientos de tierra y comenzado a construir una casa en esa zona protegida por su riqueza botánica y de fauna. No era una agresión cualquiera.
Esa área acoge especies desaparecidas en las cercanías, justamente por la expansión de proyectos urbanísticos. En su acometida, los trabajadores contratados por Hember Moreno Patiño afectaron la franja de resguardo de la quebrada La Chorrera, también considerado terreno forestal protegido. Las autoridades le ordenaron suspender las actividades de construcción de inmediato. Pero esa vez fue Moreno quien se encogió de hombros, convencido de algún tipo de inmunidad.
El arrendador de la vicepresidenta es un poderoso contratista del Estado a través de la empresa Metrovía S. A. S., con sede en Cali. Su cartera de cobros por propaganda y difusión a la Alcaldía de Santiago de Cali, la Gobernación del Valle del Cauca y la Imprenta Departamental, supera los 11.000 millones de pesos. En época electoral, sus vallas publicitarias han estampado de modo gratuito los rostros sonrientes de los candidatos del Pacto Histórico. Pero el más sonriente parece ser él.
Tras la reprimenda de la autoridad ambiental continuó la remoción de tierras y explanación como si nada. Una visita técnica, el 10 de julio de 2024, detalló nuevas intervenciones en el terreno, incluyendo taludes, una vía de acceso y dos viviendas. La ironía que subyace en esa relación entre Hember Moreno Patiño y Francia Márquez es que ella ostenta un Premio Ambiental Goldman, otorgado en 2018 y considerado el más importante por quienes defienden los recursos naturales y la preservación de los ecosistemas.
El arrendador de la vicepresidenta es un poderoso contratista del Estado a través de la empresa Metrovía S. A. S., con sede en Cali.
«Soy parte de un proceso, de una historia de lucha y resistencia […] de quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, de los bosques y los páramos, de aquellos que sueñan que algún día los seres humanos vamos a acabar con el modelo económico de muerte para darnos paso a construir un modelo económico que garantice la vida», leyó en al auditorio de la San Francisco Opera House, en Estados Unidos, después de recibir el premio que algunos comparan con un Nobel y que está dotado con 200.000 dólares.
Escucha el perfil de Francia Elena Marquez
El silencio como respuesta
CasaMacondo le formuló estas preguntas a Francia Márquez, vicepresidenta de la nación. Hasta ahora, la mudez es su única respuesta:
- ¿Sabía que la casa de Laguna Seca era propiedad de un captador ilegal de dinero, un defraudador de más de cien personas por montos entre los 20 y los 7.000 millones de pesos?
- ¿Sabía que esa propiedad que usted compró no es la única de Laguna Seca vinculada con los timadores de South Commerce Group?
- ¿Sabía que el arrendador de su casa en Dapa, Hember Moreno Patiño, estaba vinculado a un proceso sancionatorio por poner en riesgo un área de la Reserva Forestal Protectora Nacional La Elvira, ubicada en la vereda Miravalle?
- ¿Sabía que ese empresario fue obligado a suspender las obras de construcción en ese predio y que, sin embargo, las mantuvo e incluso las amplió?
- Usted recibió el premio más prestigioso para quienes defienden los recursos naturales, uno que algunos consideran un Nobel ambiental. ¿Qué opinión le merece el comportamiento del arrendador de su casa en Dapa, depredando una reserva ecológica y violentando la decisión de protección que le ordenaron cumplir?
- A pesar del vínculo comercial y de amistad que los une, ¿usted está dispuesta a exigir que se le impongan las sanciones y el resarcimiento a que haya lugar?

Los bienes detallados en esta investigación periodística no son los únicos que ostentan sus propietarios. Sin embargo, el número de ellos, sumado a su historial, los montos de compra y las dinámicas de negociación, resulta útil para un análisis sobre el poder de quienes nos gobiernan y el cúmulo de su riqueza.
En CasaMacondo creemos que nadie está exento del escrutinio periodístico, menos aún los presidentes y vicepresidentes de la república. En teoría, por la dignidad de sus cargos, ellos constituyen el horizonte moral de la nación.
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