Así fue como en los años setenta el puertorriqueño Sergio Seche falsificó vinilos, se autoproclamó representante del sello Fania-Vaya y se convirtió en una leyenda de las noches salseras de Cali y Bogotá.
Así fue como en los años setenta el puertorriqueño Sergio Seche falsificó vinilos, se autoproclamó representante del sello Fania-Vaya y se convirtió en una leyenda de las noches salseras de Cali y Bogotá.