Bosques tejidos
Mateo Hernández Schmidt
Laguna Libros
222 páginas
Mateo Hernández Schmidt es un tipo curioso y detallista, y en sus Bosques tejidos logra contagiarnos su curiosidad. Tiene como subtítulo «reflexiones de un naturalista» y es interesante que se use la palabra naturalista y no biólogo o geólogo o micólogo o algún otro ólogo especialista superespecializado de los que produce la industria académica. Naturalista hace pensar en amplitud, en intereses diversos, en una curiosidad que se permite desplegarse caprichosamente y saltar entre campos de estudio preguntándose cómo es que todo se conecta. En su labor como consultor ambiental, Hernández ha entrado en contacto con paisajes y ecosistemas diversos y en este libro de apuntes o ensayos cortos hay una pregunta constante por las actividades humanas, por lo que hemos hecho y lo que podemos hacer, por nuestro rol ante la naturaleza, por la forma en que todo —plantas, animales, insectos, rocas, geografía— se ha relacionado para producir esas maravillas que nos rodean y que a menudo damos por sentadas.
Manuel Kalmanovitz
Caminos del moriche. Cuaderno vegetal de La vorágine
Efrén Giraldo
Laguna Libros y Luna Libros
193 páginas
Un hombre lee La vorágine en el lapso de un año largo y en tres ciudades diferentes. En casa, y junto a sus dos hijos pequeños, han germinado unas plantas de jardín que, conforme crecen, generan preguntas en él y en los niños. En paralelo escribe un diario; un diario de lectura, no uno personal, aunque también lo sea, porque mientras lee el mundo arde y la vida familiar y laboral suceden. El autor se propone en esta nueva lectura de La vorágine, la tercera en su vida, interpretarla bajo una nueva luz. Ahora es profesor, doctor en Literatura, tiene mujer, es padre, es jardinero, y en esa medida indaga por asuntos que antes no advirtió y que, a pesar de la celebración del centenario de la novela, de las ediciones conmemorativas y de los lectores que con motivo del aniversario ha levantado el libro, parecen continuar inadvertidos: la actitud que tenemos hacia lo que no es humano y el lugar secundario al que hemos relegado a plantas y animales en la filosofía y la ficción. Este es un libro que se pregunta por la insistencia en la centralidad humana y la visión utilitaria que eso supone, e impone, sobre los demás seres con los que compartimos el planeta.
Esteban Duperly
Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato
Salman Rushdie
Literatura Random House
208 páginas
En este libro, el escritor indio de nacionalidad británico-estadounidense Salman Rushdie reflexiona sobre el ataque del que fue víctima en agosto de 2022, cuando, durante una conferencia en Estados Unidos, un hombre subió al escenario y lo apuñaló. El hecho fue una visita del pasado: en 1989, el líder supremo de Irán había invitado al asesinato del escritor, pues su novela Los versos satánicos, publicada un año antes, es considerada blasfema por muchos musulmanes. El cuchillo del atacante entró quince veces en el cuerpo de Rushdie. Durante algunas horas, los medios de todo el mundo lo dieron por muerto. Rushdie sobrevivió, pero perdió el ojo derecho y la movilidad de la mano izquierda. Ahora escribe —por momentos de forma espeluznante, pero, ante todo (por lo general), sin grandes ascensos patéticos— sobre las secuelas emocionales y físicas del ataque; sobre seguir vivo, algo que, a pesar de ser ateo, considera un «milagro»; y escribe sobre su vida personal, su infancia e, insistentemente, sobre su amor por su actual esposa, que Rushdie hace responsable de que el cuchillo del título no saliera victorioso.
Hernán D. Caro
El afuera
Margarita García Robayo
Anagrama
172 páginas
El afuera es —o parte— de una libreta de apuntes que Margarita García Robayo encuentra durante una mudanza «cuyas fechas coincidían con el lapso en el que habían nacido mis dos hijos». Ambas cosas, los apuntes y la maternidad, se unen. García Robayo cuenta que debe resignar la caligrafía y el papel para cultivar una sintaxis ajustada a las demandas de la crianza: ahora escribe notas rápidas en su celular. A partir de las notas y sin dejar de lado asuntos que le interesan como la condición de mestizaje, la migración y la desigualdad socioeconómica, aquí se fija en el afuera. Mientras se instala en una nueva casa en Buenos Aires, y con el trasfondo de la pandemia, recuerda las casas en las que creció en su natal Cartagena; observa a una clase media acomodada que decide vivir en barrios cerrados con gimnasio y cine incluidos para mantenerse segura frente a lo que sea que aceche del otro lado; participa en chats de padres y madres sobre vacunas; revisita las palabras mezclarse, contaminarse y protegerse. Y entre tanto vuelve a la escritura, a eso que legará a sus hijos: «Un lenguaje para defenderse allá afuera: es todo lo que tengo para darles».
Lina Vargas Fonseca
El llamado del jaguar. Mi vida en el Amazonas.
Martin von Hildebrand
Debate
468 páginas
Tras su larga convivencia con los indígenas del amazonas colombiano, el autor cuenta en este emocionante relato autobiográfico cómo llegó a la idea que dio sentido a su vida: la conservación de la Amazonía. Este proyecto, vital para el planeta, depende de que los indígenas tengan pleno derecho a la propiedad colectiva del territorio. Y eso es así porque su concepción integral, «ecosistémica», de nuestra relación con la naturaleza, los hace idóneos para su cuidado. Von Hildebrand llama a esta concepción la «visión amazónica»; una visión «sagrada» de la naturaleza y de la selva en la que ellas valen por sí mismas, independientemente de lo que el ser humano disponga. En esta visión no centrada en el ser humano, y ajena por ello mismo a la mentalidad extractivista occidental, priman la interrelación y la interdependencia de las partes. La vida de Von Hildebrand puede resumirse en la lucha terca a favor de esta visión. Con un resultado asombroso: el reconocimiento jurídico y político del «territorio indígena continuo más grande del mundo»; cerca de veinte millones de hectáreas de «selva húmeda tropical bien conservada en manos de los pueblos indígenas». Un libro imprescindible.
Luis Eduardo Hoyos
La ligereza
Juan Cárdenas
Periférica
136 páginas
Hay escritores que con cada nuevo libro te acostumbran a esperar de ellos cierta intensidad en sus ideas: una manera propia de mirar el mundo, o algún desvío feliz de la inteligencia que abra nuevas rutas de entendimiento. Juan Cárdenas es uno de esos escritores y, con La ligereza, no hizo más que refrendar esta expectativa (además de expandirla en varias direcciones y registros). Sea que analice el paternalismo crítico de Pasolini o las «zonas extratextuales» de Arguedas, que calibre el contorno de varias ideas cruzadas («¿Qué jerga de la autenticidad nos conviene?», «Todo gran arte trae consigo la marca de la ligereza») o que baraje nuevas perspectivas sobre lo abigarrado y la extranjería (inmigración, fuga, errancia), Cárdenas es siempre riguroso sin ser pesado, didáctico sin ser condescendiente, sabio a su manera divertida y crepuscular. En este libro ensaya a partes iguales la paciencia del ojo y la sagacidad del oído; es sutil, intuitivo, ecléctico: capaz de desplazarse con ligereza entre la alegoría filosófica, la narración mutante y la parodia erudita.
Jaime Zapata Villarreal
La llamada
Leila Guerriero
Editorial Anagrama
430 páginas
El 29 de diciembre de 1976, militares argentinos secuestraron a Silvia Labayru, una mujer rubia de veinte años, ojos azul calcita y cinco meses de embarazo. La trasladaron de inmediato a la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), en Buenos Aires, donde la desnudaron, la abusaron y la torturaron con una picana eléctrica. Labayru dio a luz en la Esma y permaneció casi un año y medio presa. Sus captores la obligaron a traducir documentos, participar en una operación encubierta en contra de las Madres de Plaza de Mayo y a tener sexo con uno de ellos en repetidas ocasiones. Durante cerca de dos años, Leila Guerriero habló con ella y decenas de amigos, conocidos y familiares para reconstruir su vida. El resultado va mucho más allá de un retrato o un perfil de Silvia Labayru: La llamada es un libro acerca del amor, la violencia, la ética periodística, la verdad y el terror de sus alcances. Es un clásico —lo escribo sin reservas— que se codea y, a menudo, mira por encima a The Power Broker, Ifigenia en Forrest Hills, El año del pensamiento mágico y otras obras eternas del periodismo narrativo.
Santiago Wills
La voz de las piedras
Nobara Hayakawa
TusQuets
328 páginas
Dos migrantes japoneses llegan a Colombia en 1968 y terminan viviendo en Bogotá. Ella, Nobu, artista superlativa, fue adoptada (y sabría de esa adopción muchos años después) por el gran pintor Takehisa Yumeji, pero era la hija de dos famosos rebeldes: un escritor dadaísta y una mártir feminista. Él, Masatoshi, es un monje de la tradición del budismo zen y alumno de Kodo Sawaki, que al llegar al trópico se convierte en jardinero paisajista e ingresa a un coro. Nobu y Masatoshi tienen dos hijas y rehacen sus vidas. Nobara Hayakawa, una de esas hijas, escribe La voz de las piedras, libro que iba a llamar en un principio Dadá-Zen (y que siempre pensé era una mejor elección). Con decisión, la autora se interna en el vívido álbum familiar de sus padres y ancestros, y oye. ¿Qué tienen que decirle todas esas voces que la han modelado de más maneras de las que en ocasiones le es posible entender? El resultado es un libro conmovedor que tiene la misma búsqueda que la magia y la medicina: conjurar el destino para intentar comprenderlo, sacar a la luz una nueva esencia que defina el presente y quizá también lo valide.
Álvaro Robledo
Nexus
Yuval Noah Harari
Debate
570 páginas
La aparición de inteligencias inorgánicas y las consecuencias imprevisibles que este nuevo hecho podría tener son los detonantes de este libro de Harari. El autor israelí desanda el tiempo y nos cuenta, de manera ágil y eficiente, la historia de las redes de información y su papel central en el desarrollo de la vida. No es la abundancia de información la que garantiza que la verdad predomine sobre el mantenimiento del orden. Son los mecanismos de autocorrección los que permiten que personas, comunidades e instituciones enmienden sus errores. La IA es una inteligencia que tomaría decisiones ajenas al control de los humanos; algunas de estas decisiones podrían destruir el orden que conocemos y «convertir el universo en un entorno de oscuridad absoluta». Como inteligencia no es lo mismo que conciencia o sabiduría, queda abierta la gran incógnita sobre qué camino tomará la IA o qué tanto estamos dispuestos, ahora que todavía se puede, a ponerle límites. Ni optimista ni catastrofista, Harari ha escrito un libro iluminador y escalofriante, un instrumento de conocimiento e interpretación para guiarnos en este presente con los ojos abiertos.
Pedro Adrián Zuluaga
Recuperar tu nombre
Juan Álvarez
Alfaguara
400 páginas
Aunque Recuperar tu nombre podría imaginarse como la defensa de un hijo escritor a su padre acusado, en realidad es una denuncia soportada en una extensa investigación y un profundo análisis del entorno judicial colombiano, las actuaciones de la Fiscalía y el momento político del país durante el transcurso de los hechos relatados. Fernando Álvarez, el padre del autor, fue acusado de dos delitos contra la administración pública y estuvo encarcelado sin juicio por seis meses. La parte más íntima del libro es el relato de los días de detención intramural, ahí palpitan los sentimientos del narrador. La parte más objetiva, por su parte, está en el capítulo «La envergadura de lo comprendido», en donde se detallan los antecedentes del caso y el contexto político. Dentro de la estructura se entrelazan los hallazgos puntuales con reflexiones del autor, memorias propias y ajenas alrededor de los hechos, y testimonios de terceros entrevistados. Una investigación que no deja una sola pregunta sin hacer, ni un documento sin escudriñar, ni un recuerdo sin remover. Es apenas un destino deseable para Recuperar tu nombre, que su título se convierta en un hecho.
Mónica Palacios
Siete plantas: Historias de la gente sin nombre
Diana Obando y Sara Muñoz
Himpar Editores
156 páginas
Hacia el final de Siete plantas: Historias de la gente sin nombre, se nos recuerda que solo en el habla como dispositivo el mito se abre y se revela: cuando se enuncia, cuando las palabras vibran y se cantan, acontece el conjuro. Y, sin embargo, nos encontramos frente a una obra en la que siete mitos se decantan y se encuerpan en la escritura. Celebrando tal ambivalencia ―sus limitaciones y posibilidades―, y siguiendo la invitación de las mismas autoras, nos acercamos a esta obra como quien visita un bosque: nos exponemos y nos dejamos atravesar por la multiplicidad de voces y gentes (humanas, animales, vegetales, minerales) que habitan sus páginas. A través de la exploración de sus propios cuerpos, y de su ponerse en relación con las historias del helecho, el sauco o el girasol, siete mujeres invocan sus pasados y escarban sus heridas para ensayar maneras de entender el hambre que las constituye y los venenos que, como arma y como medicina, son capaces de echar a andar.
Tawny Moreno Baloco
Un puñado de flechas
María Gainza
Anagrama
248 páginas
Diez años después de El nervio óptico, María Gainza publica lo que yo considero su secuela: Un puñado de flechas. Y, aunque en este tiempo apareció su novela La luz negra y un libro de poemas, no puedo evitar pensar en este nuevo libro como si su primera obra hubiera madurado y alcanzado una forma adulta. Bajo la misma estrategia, Gainza nos ofrece una colección de ensayos que son deliberadamente malformados: tienen tintes biográficos y de ficción, lecciones sobre historia del arte que nos abren una puerta para acercarnos a lo más contemporáneo. A través de sus páginas, nos revela que el mundo artístico no puede separarse de la experiencia vital, sino que cada obra es un pretexto para explorar las relaciones que se tejen en su propio mundo. Pero este libro no es solo sobre arte. Me atrevo a decir que Gainza utiliza el lenguaje con las mismas estrategias poéticas de la pintura: trabaja por capas, sugiere texturas, requiere cierto tiempo para ser asimilado, ilumina y oscurece. Una vez más, nos muestra que la dificultad inherente a escribir sobre el mundo de lo plástico radica en encontrar un movimiento donde la imagen y la palabra puedan bailar juntas.
Ximena Gama