En algunos territorios por donde pasó la guerra sembrando cadáveres, ahora crecen cultivos de esa planta prodigiosa, originaria del Caribe ¿Qué relata sobre nosotros su fruto jugoso, a veces gigante, del tamaño de un niño?
Mientras habla con alguien sobre la muerte y el sufrimiento, la escritora Andrea Mejía recuerda un poema que Bashō escribió para tocar el corazón de un discípulo abatido. Una columna.
El Tribunal Superior de Bogotá reconoció la consistencia y la veracidad de los hallazgos revelados por Juan Pablo Barrientos. No obstante, ordenó usar «formas lingüísticas…