Recuerdo a Campanita. Era una bola de unos cuarenta kilos que daba topes en las piernas para exigir comida. Le di biberón, nadé con ella y la arrullé en una hamaca. Era una huérfana cautiva en una casa campesina, arrebatada a pedradas de su madre para ser vendida a un hacendado excéntrico. Luego de cuatro […]
Diana María Pachón
Publicado enCrónica
El mulato milagroso con rostro de Jesús
Publicado enCrónica
Mi primer colmillo de hipopótamo
Publicado enEspecial de Escritoras
María Antonia León
Publicado enEspecial de Escritoras
Maria Antonia León
Publicado enCrónica
Una metamorfosis para Sandra
Publicado enCrónica