Durante tres años y medio, Sergio Mesa (Yarumal, Antioquia, 1987), abogado y periodista, asistió puntualmente a cada una de las audiencias contra Santiago Uribe, el hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado de concierto para delinquir, homicidio agravado y conformación de grupos paramilitares. Por esa sala pasó bastante gente «de gafa oscura y copete», se ríe Mesa mientras recuerda aquellos tiempos.
«Y las mentiras, los testigos dijeron muchas mentiras. Alias Monoleche llegó a afirmar que todo se trataba de un complot de Hugo Chávez», dice.
El pasado 10 de febrero, cuando se cumplieron dos años de la terminación del juicio, Mesa subió hasta el piso dieciocho del Juzgado Segundo Penal Especializado de Antioquia con una torta en las manos. Llegó, la partió y, con sorna —también con ganas de provocar al juez—, celebró otro aniversario que se alarga y se alarga sin final probable. ¿Condenarán al hermano del todopoderoso expresidente?
«Estoy convencido, lo van a condenar», dice.
Las certezas de Mesa se hallan desperdigadas entre las miles y miles de páginas procesales y de prensa que rastreó con disciplina de monje tibetano desde el 2011, en las entrevistas a exparamilitares y a víctimas, en las tutelas, en los recursos, en su afán de reconstruir una verdad que corre el riesgo —como tantas otras verdades en este país— de diluirse en nuestra sinrazón de cada día. Obstinado como es, empezó por darse cuenta de que faltaba mucho por contar en lo que se había publicado sobre Los Doce Apóstoles, el denominado grupo paramilitar que operaba en el norte de Antioquia y al que supuestamente pertenecía Santiago Uribe.
Nacido en Yarumal, uno de los pueblos donde emergió el terror paramilitar de aquel grupo, Mesa conserva en la memoria chispazos de esos días; era muy pequeño, al fin y al cabo, pero no se le olvida el revuelo que causó el allanamiento a la casa cural de la parroquia La Merced, donde el cura Gonzalo Palacio Palacio atendía a los fieles al mismo tiempo que supuestamente señalaba a las futuras víctimas de la organización.
Algo de eso se le debió haber instalado a Sergio en el subconsciente, porque creció buscando respuestas. En agosto del 2022 publicó El apóstol Santiago Uribe. Contrainsurgencia y limpieza social, un compendio amplio de lo que fue este clan, su línea de tiempo y sus mutaciones; en últimas, la verdad no contada de otro capítulo oscuro en la historia reciente de Colombia. Con un ingrediente adicional: a punta de derechos de petición y tutelas, y en medio de amenazas, acoso judicial y un temor recurrente por su vida, Sergio logró que la Fiscalía le entregara la lista negra con las 533 personas que mandó a asesinar el grupo paramilitar. Después de verificar los nombres, cruzarlos con un fallo del 2013 del Consejo de Estado y con otras piezas procesales, se topó con un hallazgo tan sorprendente como macabro: no fueron 533 víctimas, como en su momento afirmó la Fiscalía. Fueron 572. Podrían ser muchas más. *Escuche la entrevista con Sergio Mesa en Sirirí, el programa periodístico de CasaMacondo en YouTube.
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