Invitación al viaje
Julio Ramón Ribeyro
Alfaguara
137 páginas
La palabra del mundo, la gran obra cuentística reunida de Julio Ramón Ribeyro, tiene noventa y siete cuentos. Podrían descartarse dos porque son el inicio de una novela y un fragmento de su autobiografía, ambas inconclusas. Invitación al viaje añade cinco cuentos póstumos de la década de 1970. Jorge Coaguila, especialista en el escritor peruano y responsable de esta edición, confirma que se completa un total de cien cuentos. ¿Los póstumos son magistrales o fallidos? ¿Por qué no los recopiló el autor? No hay que ir muy lejos para responder. El que da título al libro, el más largo de todos, o «Las laceraciones de Pierluca», son piezas logradas. Tienen lo mejor de la prosa minuciosa y concisa de Ribeyro donde los detalles valen por sí mismos, aunque el primero tenga un final diluido dentro del mundo de niños y adolescentes que ya ha abordado el autor, y el segundo un final tan súbito como imprevisto. En los otros cuentos resuena cierta música fantástica («La celada» y «Espíritus») o humorística («Monerías») que corroboran registros ocasionales del autor, no precisamente notables. No es este un libro para empezar con Ribeyro, pero es infaltable para quienes conocen su maestría de clásico contemporáneo.
Leonardo Valencia
Todos somos islas
Felipe Núñez Mestre
Rey Naranjo Editores
224 páginas
Con destreza cinematográfica, Felipe Núñez recrea a lo largo de estos nueve cuentos un universo caribeño que se aleja bastante de ese imaginario paradisiaco que se ha vuelto lugar común; oscuro, sórdido, electrizante y un poco retorcido, aunque no por ello falto de encanto, humor y autenticidad. Allí converge un elenco de personajes variopintos, desde niños hasta criminales, todos sofocados a su modo por el egoísmo y la soledad. Cada relato es una especie de zoom-in que alimenta el fascinante juego de perspectivas que propone el autor, y que hace estas páginas casi adictivas. Nada ni nadie es lo que parece, pero eso es lo que hay. Está casi proscrito debutar con colecciones de cuentos, un género que de por sí las editoriales son reacias a considerar. Sin embargo, la afortunada obstinación de Felipe, que le mereció el Premio Casa de las Américas y esta bonita y cuidada edición de Rey Naranjo, marca un inicio muy sólido y original, que nos deja a la expectativa de lo que vendrá después.
Viviana Castiblanco
Un lugar soleado para gente sombría
Mariana Enriquez
Anagrama
229 páginas
Lo terrorífico no solo está en las sombras; permanece cerca, escondido en lo conocido y lo cotidiano. Estos doce relatos de Mariana Enriquez nos recuerdan que el horror habita entre los vecinos del barrio, los vestidos y las joyas, los juegos de la infancia y, sobre todo, dentro de nosotras mismas. De hecho, Enríquez nos conduce por los pasillos de una casa del terror de carne y hueso: el cuerpo de la mujer. Las protagonistas han sido o serán degradadas por la enfermedad, el abuso o la tortura. A una joven se le pudre la piel como si estuviera muerta; a otra le extraen un mioma que no termina de desaparecer; una chica alucina con imágenes de su vagina desgarrada y destrozada. Sus cuerpos son espejos de una sociedad rota, violenta y misógina. Al final (esto no es un spoiler), aparece una playlist que acompañó a la autora en su escritura y que ambienta, con oscura belleza, la lectura de estas historias. Hay algo de ritual de invocación en escucharla mientras se leen los cuentos, y es imposible no levantar la vista y sentirse observada o con la sensación de que lo monstruoso puede estar en el congelador de tu nevera o pasear por la calle en un día soleado.
Ivonne Arroyo M.