Este reportaje contó con el apoyo del Fund for Investigative Journalism

El obispo Joseph J. Tyson es un fanático de los deportes. Durante sus sermones, el prelado intercala citas de San Pablo con referencias al Super Bowl y a Cooper Kupp, jugador de Los Angeles Rams nacido en el estado de Washington. Según Tyson, pecar es como errar en el blanco. «Sin embargo, aunque fallemos, Dios nos alienta», suele decir el obispo, con el mismo apellido del famoso boxeador, Mike Tyson, célebre porque encaraba a sus rivales sin miramientos y noqueaba a la mayoría de ellos en el primer asalto. Pero el obispo Tyson, tan inspirado en las glorias del deporte, se comporta distinto. Antes que encarar, elige evitar. 

En 2016 huyó de un joven que lo buscó con insistencia. Se llamaba Jonatan Rodríguez y le había enviado una carta en la que le detallaba la violencia sexual que había sufrido a manos del sacerdote colombiano Argemiro Orozco, párroco de Holy Apostles, en East Wenatchee, una feligresía bajo la autoridad episcopal de Tyson. Según la denuncia, los abusos comenzaron cuando Jonatan tenía catorce años y tuvieron lugar durante los viajes que el sacerdote hacía a Colombia. El obispo no solo evitó cualquier contacto con la presunta víctima sino que, además, ocultó la denuncia en puntas de pie. 

Jonatan Rodríguez y Argemiro Orozco se enfrentaron judicialmente varias veces. Tres años antes, en 2013, el sacerdote había denunciado al joven por el delito de tentativa de extorsión. Tiempo después fue detenido en Pereira, junto con sus padres y un amigo de la familia, tras recibir noventa millones de pesos que el sacerdote le había ofrecido para comprar su silencio. Los capturados pasaron once meses en prisión, acusados de tentativa de extorsión, hasta que un juez los declaró inocentes. Durante el juicio salieron a la luz los señalamientos del joven contra el sacerdote, quien negó cualquier responsabilidad y sostuvo, a pesar del peso de las evidencias, que todo se limitó a una relación homosexual entre dos hombres adultos. 

Diez años después de ese juicio, la diócesis estadounidense asegura que no hay historia que contar. Según Robert M. Siller, canciller de la Diócesis de Yakima, «el obispo está moralmente seguro de que no se produjo ningún abuso». El jerarca llegó a esa conclusión después de que su junta de asesores laicos conociera el relato del proceso judicial y el fallo absolutorio en contra del joven, sus padres y el amigo, quienes demostraron que el dinero entregado por el sacerdote no era producto de ninguna extorsión sino, en efecto, un pago para silenciar las denuncias en su contra. El obispo Tyson huyó de la escena con excesiva prisa.

La normativa eclesiástica, expresada en la carta apostólica del papa Francisco en 2019 y titulada Vos estis lux mundi, establece que, frente a las denuncias por abusos, «las autoridades eclesiásticas se han de comprometer con quienes afirman haber sido afectados […] para que sean tratados con dignidad y respeto, y han de ofrecerles, en particular: acogida, escucha y seguimiento, incluso mediante servicios específicos; atención espiritual; asistencia médica, terapéutica y psicológica, según sea el caso». Tyson, superior del sacerdote denunciado, actuó de modo contrario y abandonó a su suerte a la víctima, que sufre los efectos de años de adicción a la heroína y es portador de VIH, condiciones por las que el obispo no quiso indagar. 

De Argemiro Orozco —que durante el juicio aceptó tener relaciones sexuales consentidas con Jonatan Rodríguez—, la Diócesis de Yakima se ha limitado a decir que «lo conocemos bien y no se han presentado otras quejas contra él durante 31 años de servicio ejemplar […] Tiene buena reputación en nuestra diócesis y lo apoyamos». Gracias a ese respaldo lo cubre un manto de protección clerical. El sacerdote colombiano, actual párroco de Holy Apostles, no aparece en la lista de divulgación de abusadores sexuales de la Diócesis de Yakima. La razón es que, sin escuchar a la víctima, el obispo Tyson consideró que la denuncia se basaba en «acusaciones sin fundamento».

Más de veinte años después de que el periódico The Boston Globe desenmascarara a decenas de sacerdotes pederastas en las iglesias de Massachusetts —y que trató de ocultar la Arquidiócesis de Boston—, persiste una verdad oculta en la investigación periodística en países como Estados Unidos y Colombia: el encubrimiento que han hecho las autoridades eclesiásticas a sus sacerdotes tras conocer las denuncias en uno y otro país. Los obispos encubridores han actuado con camaradería, de un modo hermanado. El caso de Argemiro Orozco es uno entre decenas. 

Al menos otros treinta y nueve sacerdotes colombianos han sido denunciados por delitos sexuales en Colombia y Estados Unidos. Algunos, como el párroco de Holy Apostles, fueron acusados en sus ciudades de origen, después de años de ejercer el sacerdocio en Norteamérica. Otros fueron denunciados en Estados Unidos, mientras trabajaban en ese país. Y a pesar de los señalamientos, después de que regresaron a Colombia, algunos de ellos siguieron como curas en santa paz. 

El único sacerdote colombiano denunciado antes de su trasladado a Estados Unidos es Roberto Antonio Cadavid Arroyave. Entre 2005 y 2012, la Arquidiócesis de Medellín recibió varias denuncias en su contra por abusar sexualmente de varios menores mientras fue responsable de los templos Nuestra Señora de Chiquinquirá y Santa Ana, y rector de sus colegios parroquiales. En febrero de 2012, Cadavid fue suspendido por el arzobispo Ricardo Tobón. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año, el prelado lo premió recomendándolo para trabajar en la Diócesis de Brooklyn, en Nueva York, sin informarle a su homólogo, el obispo Nicholas Anthony DiMarzio, sobre las denuncias que pesaban en contra del sacerdote. 

Cinco años después, en 2017, Cadavid Arroyave fue expulsado del sacerdocio, pero la Arquidiócesis de Medellín solo les remitió a las autoridades las acusaciones en contra de su cura en 2019. Hasta ahora, al menos setenta sacerdotes han sido denunciados por abuso sexual de menores en esa ciudad. El número evidencia la magnitud del ocultamiento arzobispal. 

Pecados sin penitencia

Entre los curas que fueron denunciados en Estados Unidos y siguieron activos en el sacerdocio después de regresar a Colombia, llama la atención el caso de Julio César Guarín Sosa, justamente por el proceder de su obispo superior, decidido a cubrirlo con un manto de protección y silencio cómplice. Los hechos están documentados. 

En marzo de 2013, las autoridades detuvieron a Julio César Guarín mientras ejercía como cura visitante en la Diócesis de Stockton, en California. La noticia salió a la luz el mismo día que inició el cónclave en el que fue elegido el papa Francisco. Dos años antes, el sacerdote había ido a Yuba City para celebrar una eucaristía privada en la casa de una familia que, al parecer, lo había contratado. Según su versión, mientras hablaba a solas con una adolescente, le dio un beso sin ningún tipo de intención sexual.

El entonces arzobispo de Ibagué, Flavio Calle Zapata, quien autorizó la estadía de Guarín en Estados Unidos, minimizó lo sucedido y respaldó la versión del sacerdote. «No son cosas de fondo, pero en Estados Unidos hasta las ligerezas se convierten en cosas muy serias», dijo el prelado en una entrevista que transmitió el canal Univisión. El abogado del cura, Markus Dombois, apeló al mismo argumento y dijo que se había tratado de un malentendido cultural y acusó a la adolescente de mentir para llamar la atención. Pero la joven se mantuvo en la certeza de su denuncia y añadió otros datos. Según dijo, el sacerdote Julio César Guarín la tomó de los brazos a la fuerza, le introdujo la lengua en la boca y le mordisqueó la nariz. 

En octubre de 2013, un jurado absolvió al sacerdote. Sin embargo, a pesar de haber sido suspendido por la Diócesis de Stockton, Guarín regresó a la Arquidiócesis de Ibagué y los arzobispos Flavio Calle y Orlando Roa lo premiaron concediéndole primero, en abril de 2014, la parroquia de San Cayetano, y después, en diciembre de 2020, la parroquia de la Santísima Trinidad, ambas en la capital tolimense. Tras preguntarle la razón por la que la arquidiócesis de esa ciudad no investigó las acusaciones contra el cura en Estados Unidos, el arzobispo Orlando Roa dijo que ese caso no era de su competencia, porque las denuncias habían sido registradas en otra jurisdicción diferente a la suya y, además, porque el sacerdote no pertenecía a la Arquidiócesis de Ibagué, sino a la Diócesis de Líbano-Honda. 

Julio César Guarín siguió ejerciendo el ministerio en la Arquidiócesis de Ibagué, a pesar de que el 22 de febrero de 2022 el obispo le comunicó que debía ponerse a disposición de su jerarca «a la mayor brevedad». Su legítimo superior, José Luis Henao Cadavid, actual obispo de Líbano-Honda, afirma que nunca recibió información de la Diócesis de Stockton sobre las denuncias en Estados Unidos. El prelado, sin embargo, reconoce que el nombre del sacerdote sí está incluido en el archivo secreto de su diócesis, siguiendo lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico: se trata de un registro documentado sobre «causas criminales en materia de costumbres» y cuya llave solo la tienen los obispos de cada diócesis.

Dolor e impotencia

«La larga y terrible historia de los abusos sexuales del clero y su encubrimiento aún se está escribiendo», ha manifestado recientemente la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés). Semanas atrás, a inicios de una reunión convocada por el papa Francisco para avanzar en la reforma de la Iglesia católica, esa red y otras organizaciones, rechazaron el nombramiento del cardenal argentino Víctor Fernández al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, una de los departamentos más importantes de la curia vaticana.

Fernández ha sido cuestionado por encubrir denuncias de pederastia cuando era obispo de La Plata, Argentina. Durante una entrevista, él mismo reconoció que no «se siente calificado ni capacitado» para abordar casos de violencia sexual, una de las principales responsabilidades del departamento que el papa Francisco le confió. 

Eduardo López de Casas, miembro de la junta directiva de SNAP, quien presta particular atención a las denuncias contra sacerdotes encargados de la atención espiritual de hispanoamericanos en Estados Unidos, cree que el Vaticano debería ordenar que todas las diócesis hagan públicas las listas de curas denunciados. Pero esa, de momento, es una súplica a oídos sordos. 

A pesar de la presión de algunas autoridades civiles de Estados Unidos, los obispos en Colombia se niegan a revelar el número de sacerdotes acusados. Según López de Casas, la Iglesia católica se desdice de su prédica sobre la caridad cuando desconoce a las víctimas y, al mismo tiempo, cubre de impunidad a los acusados. Para él, debería haber un representante de SNAP, o de otra organización de sobrevivientes, en las juntas diocesanas de revisión de las denuncias. Hasta ahora, las víctimas de curas pederastas no tienen voz en escenarios de toma de decisiones. López de Casas tampoco entiende por qué, más de veinte años después de iniciada la conversación pública en Estados Unidos sobre la pederastia clerical, todavía es inusual encontrar literatura en español en favor de la prevención de los abusos en las parroquias. 

Está claro: los feligreses de la Diócesis de Yakima, por ejemplo, tienen el derecho a saber que Argemiro Orozco, conocido en East Wenatchee como «el colombiano más mexicano», es un sacerdote señalado de abuso sexual. Pero el obispo amante del deporte y de las alusiones a los atletas como ejemplos de constancia y valentía, insiste en defenderlo de modo subrepticio. Ante la idea de informar a sus feligreses, Tyson se acobarda.

La lista completa

A continuación exponemos el listado de los cuarenta sacerdotes colombianos denunciados por pederastia y abuso sexual que trabajaron en Estados Unidos. A todos ellos, y a los obispos estadounidenses y colombianos, los consultamos para este informe.

Sacerdotes colombianos denunciados en Estados Unidos
#NombreResumen de la historia
1Roberto JaramilloEn 2021, la Diócesis de Sacramento, California, recibió un informe según el cual Jaramillo abusó de una niña menor de catorce años entre 1996 y 1999. Otras dos denuncias involucran a Jaramillo en casos de violencia sexual: una de 1999, cuando fue acusado de besar a un menor de edad, y otra de 2020, cuando un hombre adulto lo denunció por un abuso sexual que habría ocurrido en 2001. Aunque la Diócesis de Sacramento afirma que el sacerdote regresó a Colombia en 2008, el obispo de San José del Guaviare, Nelson Jair Cardona, dice que Jaramillo no volvió a esa jurisdicción y que no ha sido nombrado en ninguna parroquia o cargo pastoral, ni en Colombia ni en el exterior, y que le impuso «medidas cautelares canónicas que le prohíben cualquier ejercicio público del ministerio sacerdotal». El sacerdote colombiano tiene actualmente una orden de arresto en el Departamento de Policía de Sacramento.
2Luis Eugenio de FranciscoFue denunciado ante la Diócesis de San Diego, California, Estados Unidos, por abusar de hijos de trabajadores migrantes. Fue detenido en 1963, dejó la diócesis y volvió a Colombia. Su nombre aparece en las listas de sacerdotes con acusaciones por abuso sexual de menores publicadas por la Diócesis de San Diego y la Arquidiócesis de Galveston Houston.
3Jaime Marín CardonaSuspendido del sacerdocio en 2019, después de que la Diócesis de Bridgeport recibiera una denuncia contra él. En 2020 fue acusado formalmente ante las autoridades civiles por abusar sexualmente de dos niños. Los abusos ocurrieron en 2014 y en 2016, mientras Marín estaba asignado a Nuestra Señora de Guadalupe, en Danbury, también en el estado de Connecticut. El cura antioqueño admitió haber tocado a uno de los niños en la ingle varias veces; su víctima dijo que el abuso comenzó cuando tenía doce años. El sacerdote además admitió haber tocado las nalgas del otro niño. En 2020 pagó una fianza de quinientos mil dólares para recuperar la libertad. En 2022 se declaró culpable y fue condenado a diez años de cárcel con posibilidad de libertad condicional.
4Leonidas LópezDenuncias registradas por la Diócesis de Salt Lake City, en el estado de Utah, por abuso sexual de tres menores en 1984 y 1988. López fue expulsado del sacerdocio en 2014, después de regresar a Colombia.
5Sergio Calle PérezExpulsado del sacerdocio en 2004. Se había desempeñado en St. John Neumann (1998-1999), en St. Marguerite d’Youville (1998-1999) y en Prince of Peace (1999). Su nombre aparece en la lista de la Arquidiócesis de Atlanta, Georgia, junto a los de otros sacerdotes denunciados por abuso sexual de menores.
6Hernán ToroDenunciado en la Diócesis de San José, en California. El cura fue condenado por abusar sexualmente de un niño en 1983 y continuó ejerciendo el sacerdocio en Estados Unidos durante siete años hasta que se lo prohibieron en 1990. Fue encarcelado en 2017 con seis cargos por abusar sexualmente de dos niñas entre 2011 y 2016.
7Luis Jesús Barajas AriasDenuncias registradas por la Diócesis de Harrisburg, en Pensilvania. Trabajó con la población hispanoamericana en York y El Líbano. Barajas fue incluido en el Informe del Gran Jurado de Pensilvania, que en 2018 publicó la lista de más de trescientos sacerdotes de ese estado denunciados por pederastia en las últimas siete décadas. El archivo secreto muestra que desde 1989 había preocupaciones por acusaciones por abuso sexual infantil contra Barajas, quien regresó a Colombia con el patrocinio económico de la Diócesis de Harrisburg.
8Eduardo de Jesús Pérez TorresDenuncia registrada por la Diócesis de Stockton, en California, sobre hechos presuntamente ocurridos en 1999, en contra de una adolescente de quince años. Fue removido del sacerdocio por parte de esa diócesis en 2014, después de ejercer en diferentes lugares: Ceres, Modesto, Oakdale, Stockton y Riverbank. A partir de ese año, se reincorporó a la Diócesis de Palmira. El obispo Eduardo de Jesús García lo ha nombrado administrador parroquial de San Judas Tadeo, párroco de Nuestra Señora de Fátima de Tenerife y párroco de Cristo Rey. En abril de 2023 continuaba como sacerdote de la Diócesis de Palmira. Según el obispo García, solamente en 2018 fue informado por la Diócesis de Stockton sobre las denuncias en contra del sacerdote. «Existió una investigación que dio como resultado conducta sexual inapropiada. Por la anterior conducta esta dependencia diocesana puso en conocimiento a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el fin de que realizara las investigaciones endilgadas dentro del proceso llevado a cabo por la Diócesis de Stockton; mientras se dirimía dicha investigación, la Diócesis de Palmira suspendió provisionalmente a Pérez Torres, investigaciones que concluyeron con el archivo del proceso por parte del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, por no haberse presentado denuncia de abuso a menores». Otra cosa sostiene la diócesis de Estados Unidos, al incluir al sacerdote en su lista de «Clérigos de otras diócesis acusados de abuso sexual en la Diócesis de Stockton».
9Jorge Antonio Vélez LópezAbusó de una menor de edad durante ocho años, mientras ejercía para la Arquidiócesis de Baltimore, en Maryland. La menor conoció a Vélez cuando tenía trece años y se preparaba para los sacramentos. Los abusos empezaron cuando ella tenía quince años. Quedó embarazada en 2010. Las denuncias fueron registradas por la Arquidiócesis de Baltimore y por la Diócesis de Alexandria, en Virginia. Expulsado del sacerdocio en 2016. En 2020, Vélez fue declarado culpable en el ámbito penal.
10José López DurangoDenuncias en la Diócesis de Paterson y ante instancias civiles llevaron a que López fuera encarcelado en Estados Unidos en 2013. Fue acusado de abusar sexualmente de una niña de catorce años en la rectoría de St. Mary en Passaic. En enero de 2019, el entonces arzobispo de Santa Fe de Antioquia, Orlando Antonio Corrales, quien sabía de las denuncias contra el sacerdote y que este había estado en prisión, lo recomendó ante la Diócesis de Apartadó, donde López prestó servicios en la parroquia San Francisco de Asís y se desempeñó, además, como asesor del tribunal eclesiástico en tiempos del obispo Hugo Alberto Torres. Según la Diócesis de Apartadó, «el clérigo en mención fue llamado por el arzobispo de Santa Fe de Antioquia a retornar a la arquidiócesis en el mes de marzo de 2021». Entre el 15 de enero de 2022 y el 30 de enero de 2023 fue sacerdote adscrito en la parroquia San Carlos Borromeo de Cañasgordas. A inicios de 2023, el obispo Elkin Álvarez, entonces encargado de la arquidiócesis, ocultó el caso en su respuesta a un derecho de petición. Tuvimos que preguntarle específicamente por López, para que, semanas después, admitiera que este había trabajado en Santa Fe de Antioquia luego de «haber purgado la pena que le impusieron las autoridades de Estados Unidos».
11Jaime H. DueñasFue ordenado sacerdote en Colombia, pero ejerció para la Arquidiócesis de Nueva York desde finales de la década de los sesenta. La policía lo arrestó a los ochenta y siete años, el 2 de agosto de 2011, en la parroquia Nativity of Our Blessed Lady en el Bronx, acusado de tocamiento forzado y abuso sexual de una adolescente de dieciséis años. Fue declarado culpable y murió mientras avanzaba el proceso de expulsión del sacerdocio.
12Édgar SepúlvedaFue arrestado en Estados Unidos y acusado en 2010 por delitos sexuales contra un adolescente de dieciséis años. Los fiscales levantaron los cargos contra el colombiano, pero el proceso eclesiástico iniciado por la Diócesis de Raleigh continuó. Sepúlveda fue expulsado del sacerdocio en 2020, después de que el Tribunal Eclesiástico de Atlanta confirmara «las alegaciones de abuso sexual contra un menor», manifestó el obispo Luis Rafael Zarama.
13Fernando CristanchoDenuncias registradas por las autoridades de Estados Unidos y por la Arquidiócesis de Baltimore, en Maryland y por la Diócesis de Salt Lake City, en Utah. Expulsado del sacerdocio en 2022. Se desempeñó como párroco para la comunidad hispana en la parroquia Good Shepherd, en el condado de Fairfax, Virginia, entre 1995 y 1998. Fue trasladado a otra parroquia en Maryland por conducta sexual inapropiada con una mujer joven. Estando allí acordó el embarazo de una madre sustituta a través de fertilización in vitro y engendró trillizos en 2001. Al año siguiente fue suspendido por la arquidiócesis. En 2006, las autoridades estadounidenses encontraron evidencias de que abusó sexualmente de dos de sus hijos. En 2016, la arquidiócesis recibió la denuncia de un hombre que declaró haber sido abusado por Cristancho desde sus once años. El cura fue arrestado en septiembre de 2017 acusado, además, de fabricar y poseer pornografía infantil. En 2022 fue condenado a veintidós años en prisión federal.
14Juan Carlos Castaño MejíaEl cura llegó a Estados Unidos en 1999, fue arrestado tres años más tarde y condenado a dos años de cárcel por abusar sexualmente de una niña de cuatro años en el 2000. Las denuncias se presentaron en la Diócesis de Charleston, Carolina del Sur. Tras cumplir la sentencia, fue deportado a Colombia.
15Hugo BedoyaDenuncias registradas por la Diócesis de Brooklyn, Nueva York. Fue uno de los veinticuatro sacerdotes demandados civilmente en 2003 por veintisiete personas que alegaron haber sido víctimas de violencia sexual infantil. Según una denuncia, Bedoya abusó sexualmente de un niño entre sus nueve y once años en Fourteen Holy Martyrs en Bushwick, Brooklyn, Nueva York, en el templo y en la casa cural. Otro hombre demandó a Bedoya en 2004, alegando abuso por parte del cura durante la década de los setenta. Bedoya fue expulsado del sacerdocio en 2012.
16Gustavo de Jesús CuelloSacerdote colombiano ordenado para la Diócesis de Tyler, Texas, adonde llegó en 1995. Fue arrestado en 1997, acusado de abusar sexualmente de una niña de trece años. En libertad bajo fianza, huyó del país. Las autoridades volvieron a apresarlo en Ecuador en 2003 y lo extraditaron a Texas. Fue condenado a cincuenta años de prisión. Rechazó la sentencia del juez y optó porque un jurado decidiera su sentencia. En 2003, el jurado lo condenó a cadena perpetua. Expulsado del sacerdocio en 2006.
17Juan Carlos DuránDenuncias registradas por la Diócesis de Memphis, Tennessee. Había sido retirado de la orden franciscana en 1985 por abuso sexual de un niño en Bolivia, pero luego fue aceptado por los dominicos, que conocían su historia. Acusado en 2004 por abusar sexualmente de un niño de diez años en 1999. Los dominicos lo expulsaron en 2001.
18Federico Fernández BaezaFue denunciado ante la Arquidiócesis de San Antonio, en Texas, y expulsado de la congregación en 2020 y del sacerdocio en 2021. A pesar de las denuncias que había en su contra en ese país desde la década de 1980, hacia 2015 estuvo asignado a la Universidad San Buenaventura, sede Cartagena.
19Kelvin E. Iguabita RodríguezDetenido en 2002 en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Boston. El año anterior había sido suspendido del sacerdocio por abusar sexualmente de una adolescente de quince años. El 20 de junio de 2003 un jurado lo encontró culpable.
20Luis Ernesto Jaramillo CarvajalDenuncias registradas por la Arquidiócesis de Los Ángeles y la Diócesis de Baker, en Oregón. Fue acusado de abuso entre 1986 y 1988, según el Informe arquidiocesano sobre abusos sexuales. Dejó la arquidiócesis en 1988. También fue acusado de abuso en la Diócesis de Baker, después de dejar Los Ángeles. Como parte del acuerdo de seiscientos sesenta millones de dólares de 2007 con quinientos ocho demandantes, esa Arquidiócesis publicó los archivos secretos de veinticinco sacerdotes, incluido el suyo. Su nombre apareció en una demanda civil presentada en 2014 contra la Diócesis de Baker por el abuso sexual de un joven entre 1988 y 1989, mientras Jaramillo trabajaba en la parroquia Our Lady of Angels en Hermiston. Este cura trabajó en Argentina, Filipinas y México después de las acusaciones en Estados Unidos. Según los capuchinos, desde el año 2000 Jaramillo «fue trasladado oficialmente a la provincia de Colombia, donde permaneció hasta su muerte». Falleció en 2005, con plenas facultades sacerdotales. 
21Fernando López LópezDetenido mientras ejercía en la Arquidiócesis de Los Ángeles. En el año 2000, el sacerdote se declaró culpable de violencia sexual reiterada contra un menor de edad, mientras trabajaba en la Diócesis de Tívoli (Italia). Un año después, la Diócesis de San Bernardino, en California, se negó a recibirlo, pero López terminó en la parroquia Santo Tomás Apóstol de Los Ángeles, donde recibió una nueva denuncia en 2004. Para ese entonces la arquidiócesis local ya tenía en su poder documentos que alertaban sobre el prontuario del sacerdote, pero no había tomado cartas en el asunto. López fue encontrado culpable y sentenciado a seis años y ocho meses de prisión en 2005.
22Mario Arbeláez OlarteLas autoridades lo detuvieron en 2003, mientras ejercía el sacerdocio en la Diócesis de Salt Lake City en el estado de Utah. Fue acusado de acechar menores de edad a través de internet. Se hizo pasar por un joven de veinte años y acordó un encuentro con un «niño» que resultó ser un oficial de policía. En septiembre de 2003 no impugnó los cargos penales. No se presentó a la lectura de sentencia en noviembre de ese año. El abogado defensor dijo que Olarte había regresado a Colombia como parte de un acuerdo de culpabilidad. Fue expulsado del sacerdocio en 2006. Posteriormente, se vinculó con el Movimiento Antiguo Anglo-Católico, no subordinado al Vaticano. Trabajó en la Diócesis de Sincelejo, pero el obispo José Crispiniano Clavijo se ha negado a aclarar en qué periodo.
23Óscar A. PeláezDetenido en 2002 mientras ejercía en la Diócesis de Stockton, en California, por abusar sexualmente de un niño durante tres años. Peláez se declaró culpable y fue condenado a seis años de prisión. La diócesis reparó a la víctima con un millón de dólares.
24Efraín Rozo RincónAbsuelto en 2007 por el cardenal Pedro Rubiano, quien desestimó un video en el que Rozo reconoció haber abusado de varios menores de edad décadas atrás, entre ellos su propio sobrino. En el video Rozo dice: «Durante un mes, en 1969, tuve a Ernesto Rozo viviendo conmigo en mi residencia de Santa Mónica [California]. Durante ese tiempo abusé sexualmente de él. Él tenía 14 años […]. Le mostraba fotos de hombres y mujeres desnudas que yo había tomado en el sauna y en la piscina de la universidad [de Loyola]. Algunos de esos jóvenes tenían 16 o 17 años […]. Antes de viajar a Estados Unidos [en 1967] toqué inapropiadamente los genitales de José Antonio Tavera. Él tenía 14 años y vino a mí, ansioso, y me pidió que revisara su pene […]. José Antonio Tavera era estudiante del seminario y yo era su confidente espiritual».
25Flover Antonio Osorio HerreraSuspendido del sacerdocio en 2007, mientras trabajaba en Estados Unidos. Fue ordenado sacerdote en 1985 por la entonces Diócesis de Villavicencio y en 2003 lo transfirieron a la Diócesis de Corpus Christi, en Texas, que en 2019 incluyó su nombre en su lista de sacerdotes acusados por pederastia.
26Jesús Orlando RengifoEn respuesta a información de la Arquidiócesis de Newark, New Jersey, sobre presuntos abusos contra un menor de edad entre los años 1994 y 1999, la Diócesis de Pereira lo suspendió del ministerio en febrero de 2016. Pero el obispo Rigoberto Corredor lo nombró párroco en San José (Caldas) en diciembre de 2017 y justificó la decisión haciendo alusión a «una urgencia pastoral por la escasez de sacerdotes y razones de carácter pastoral». Cuando el 3 de diciembre de 2021, por las denuncias registradas en Estados Unidos, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe expulsó a Rengifo del sacerdocio, ya estaban en poder de la Diócesis de Pereira nuevas denuncias contra él por «presuntas insinuaciones y propuestas sexuales dirigidas a algunos miembros de la comunidad de San José (Caldas), entre ellos niños y jóvenes».
27John Jairo VélezAdmitió haber abusado de un monaguillo mientras ejercía el sacerdocio en la Diócesis de Monterey, en California, a inicios de la década de los noventa. En vez de notificar el caso a las autoridades tras recibir una denuncia, la diócesis envió a este cura colombiano al Centro de Retiro Saint Francis en San Juan Bautista, a donde han sido enviados otros sacerdotes pederastas. Más tarde, Vélez fue entregado a los superiores de su congregación religiosa en Ciudad de México y se cree que siguió ejerciendo el sacerdocio varios años. Según la Diócesis de Monterey, ya murió.
28Alfredo Pedraza AriasDenuncias sobre abuso sexual de menores registradas por la Diócesis de Rockford, en Illinois, desde 2014. Estuvo detenido, pero en 2018 fue deportado a Colombia tras llegar a un acuerdo de culpabilidad con las autoridades estadounidenses. Aunque su prontuario fue ampliamente cubierto por medios de comunicación en Estados Unidos, durante varios años el sacerdote ejerció para la Arquidiócesis de Tunja, tanto en el arzobispado de Luis Augusto Castro como en el de Gabriel Ángel Villa, actual arzobispo. Pedraza fue suspendido del sacerdocio en 2022.
29Juio César Guarín SosaDetenido mientras ejercía como sacerdote visitante en jurisdicción de la Diócesis de Stockton, en San Francisco. Fue absuelto por un jurado civil en 2013, no obstante, la menor abusada ratificó su denuncia: durante una visita a la casa familiar, en cuanto estuvo a solas con ella, Guarín la tomó de los brazos a la fuerza, le introdujo la lengua en la boca y le mordisqueó la nariz. El cura fue recibido por el entonces arzobispo de Ibagué Flavio Calle Zapata en 2014, sin que este investigara la denuncia recibida en la Diócesis de Stockton. Guarín siguió ejerciendo el sacerdocio en la Arquidiócesis de Ibagué a lo largo de 2022, a pesar de que el 22 de febrero el arzobispo Orlando Roa Barbosa le había comunicado que debía ponerse a disposición de su obispo «a la mayor brevedad». José Luis Henao Cadavid, obispo de Líbano-Honda, afirma que, a diferencia de la Arquidiócesis de Ibagué, su jurisdicción nunca recibió información por parte de la Diócesis de Stockton sobre las denuncias en Estados Unidos. El prelado, sin embargo, reconoció que el nombre del sacerdote está incluido en el archivo secreto de la Diócesis de Líbano-Tolima.
30José Joaquín Estrada ArangoFue arrestado mientras ejercía el sacerdocio en jurisdicción de la Diócesis de Baker, en Portland, por abusar sexualmente de una niña de catorce años en el condado de Morrow, Oregón. Se declaró culpable en 2003 y fue deportado a Colombia. Según los padres eudistas, «salió de la comunidad en 2009 y está viviendo con su familia».
31Luis HenaoEste sacerdote fue suspendido en 2002 después de que una revisión del archivo secreto revelara acusaciones de abuso sexual de un menor en 1981. Regresó al sacerdocio después de que la Junta de Revisión Diocesana de la Arquidiócesis de Nueva Orleans determinara que no podía corroborar las acusaciones.
32Enrique Díaz JiménezSacerdote colombiano ordenado en Venezuela. Denuncias registradas en la Arquidiócesis de Mérida (Venezuela), en la Diócesis de Brooklyn (Estados Unidos), en la Diócesis de La Guaira (Venezuela) y en la Arquidiócesis de Bogotá. Condenado a cincuenta y tres meses y diez días de arresto domiciliario, el 22 de enero de 2002, por abusos sexuales contra menores de edad en esta última ciudad. Según una investigación de The New York Times, en las denuncias registradas en estos tres países, Díaz pudo haber abusado de al menos veintitrés niños.
33Cristóbal de Jesús Puertas HernándezDenunciado ante la curia de Miami en 2010 por el abuso sexual de un menor de edad. El caso fue remitido a las autoridades civiles. El sacerdote había trabajado en Estados Unidos en la Arquidiócesis de Newark, en New Jersey, entre 2001 y 2003, y en la de Miami, en Florida, entre 2003 y 2005. El arzobispo de Miami informó sobre esa denuncia en 2010 al entonces arzobispo de Villavicencio, Óscar Urbina, pero este permitió que el sacerdote siguiera ejerciendo en varias parroquias del Llano, hasta que se vio involucrado en un nuevo escándalo: el de al menos treinta y ocho sacerdotes vinculados a la arquidiócesis que, según una denuncia, abusaron sexualmente e indujeron a la prostitución a la misma persona desde los catorce años hasta después de alcanzar la mayoría de edad.
34Argemiro Orozco BedoyaEn medio de un proceso por extorsión del que más tarde resultó absuelto, Jonatan Rodríguez Osorio manifestó haber sido víctima de abuso sexual desde su adolescencia por parte del sacerdote Orozco. Según la denuncia, los hechos habrían ocurrido durante viajes de Orozco a Pereira desde Estados Unidos, donde todavía ejercía el ministerio hacia mayo de 2023.
35Luis Eduardo Villada MuñozEn 2006, este sacerdote colombiano fue acusado de agresiones sexuales y suspendido por la Arquidiócesis de San Juan (Puerto Rico), según un medio de comunicación boricua. Además, su nombre aparece con dos denuncias de 2021 en los expedientes de la Fiscalía que involucran a sacerdotes en casos de abuso sexual de menores de edad. El directorio de 2022 de la Arquidiócesis de San Juan lo presenta como sacerdote diocesano. 
36Norberto MateusDenuncia por abuso sexual de menores de edad registrada por la Diócesis de Armenia en 2021 y remitida a la Arquidiócesis de Atlanta, a la que pertenece el sacerdote. Según el obispo Carlos Arturo Quintero, la víctima informó también a las autoridades civiles.
37Óscar Yesid Mora ParradoDenunciado por un hombre que dice haber sido abusado sexualmente e inducido a la prostitución por treinta y ocho sacerdotes desde su niñez hasta su edad adulta. Mora fue suspendido en 2020 cuando trabajaba en la Diócesis de Dallas, Texas, Estados Unidos. Su historia se cuenta en detalle en el libro Este es el cordero de Dios.
38Querubín Ignacio Arango FigueroaEn el archivo secreto se lee: «En 2019 se conoció una denuncia por presunto abuso sexual (interacción virtual) y el Vicariato Apostólico de Trinidad decidió suspender sus facultades ministeriales, al igual que la Diócesis de Palm Beach [Estados Unidos], donde estaba realizando una experiencia pastoral». Según el obispo Héctor Javier Pizarro, la denuncia se refiere a la capilla Divina Misericordia de Orocué (Casanare). «Internamente no se logró evidenciar que efectivamente existió una situación de abuso sexual», manifiesta la jurisdicción eclesiástica. La familia interpuso una denuncia en la Fiscalía. «Sin embargo, presentados los descargos por parte del sacerdote, el juzgado lo declaró absuelto», añade el vicariato. A pesar de ser considerado inocente, hacia marzo de 2023 Arango no tenía cargo ni ejercía el sacerdocio.
39Jesús SuárezSuspendido por la Arquidiócesis de Galveston-Houston (Texas, Estados Unidos) en 2019 por denuncias de abusos sexuales cuando ejercía como sacerdote de la Diócesis de Socorro y San Gil.
40Roberto Antonio CadavidEn 2005, la Arquidiócesis de Medellín recibió varias denuncias contra Cadavid Arroyave por abusar sexualmente de menores mientras fue párroco y rector de la parroquia y el colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá, en Bello. Las denuncias también lo señalan de abusos sexuales durante su paso por Medellín como párroco de Santa Ana y rector del Colegio Pablo VI. En febrero de 2012 fue suspendido por el arzobispo Ricardo Tobón, pero, incomprensiblemente, en noviembre de ese año, Tobón lo recomendó para trabajar en la Diócesis de Brooklyn, en Nueva York, sin informarle a su homólogo, Nicholas Anthony DiMarzio, sobre las denuncias que pesaban en su contra por abuso de menores. Cadavid Arroyave fue expulsado del sacerdocio en 2017. Mientras tanto, la Fiscalía tiene a Cadavid en sus expedientes, pero el proceso está inactivo. La arquidiócesis únicamente presentó información a las autoridades en 2019.

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