Un año después del rescate que conmocionó al mundo, los cuatro niños indígenas no han podido regresar a su comunidad. La batalla legal por su custodia y la disputa por los derechos de su historia los mantiene confinados en un hogar de paso del ICBF en la capital.
Una pareja acudió a la inseminación artificial, pero el hombre se arrepintió y solicitó no implantar el embrión. Sin embargo, había firmado un consentimiento en el que la decisión estaba en manos de la mujer. ¿Quién ganó?
El 9 de junio se cumple un año del rescate de los cuatro niños indígenas que duraron perdidos cuarenta días en la selva del Amazonas. CasaMacondo pública uno de los capítulos del libro Relato de un milagro.
A finales de los noventa, las palmas de chontaduro empezaron a cultivarse en el sur del país como parte de una estrategia para sustituir los cultivos ilegales de coca. Veinticinco años después, una periodista visitó la región para documentar el resultado. ¿Se puede vivir del palmito en el Putumayo?
El turismo de naturaleza podría ser el salvavidas de muchas reservas del país. Eso dicen los Mejía, unos empresarios que cuidan un hábitat de pájaros, mamíferos, insectos, reptiles y plantas en las lomas del Valle del Cauca.
Todos los años, a Chimá, Córdoba, llegan miles de personas a rezarle a un hombre al que consideran santo. Dicen que da fertilidad a las estériles, sana enfermedades y hasta bendice gallos para ganar en las peleas.
Los niños de las comunidades jiw y nukak siguen siendo abusados y ahora roban la gasolina de las motocicletas para drogarse. Un periodista retrata su situación desde una esquina donde los menores coinciden con una familia de colibríes que anida sobre ellos.
La periodista barranquillera Tatiana Escárraga se sumergió en los barrios de su infancia para contar cómo se vivía, y se vive, la fiesta al otro lado de la ciudad, ese carnaval popular y de tradición, lejos del brillo y la lentejuela, hecho con las uñas, con orgullo y rebeldía.
Aunque en Colombia no existe, por ahora, un mercado para los dientes de hipopótamos, un joven de Puerto Triunfo siempre soñó con tener un colmillo del gigantesco mamífero. Solo había un problema: para extraer la pieza, el animal debía estar muerto. Esta es su historia.
Recuerda la luz del sábado por la tarde. Las plantas, la vista desde el segundo piso, la cocina, la chimenea, la ventana grande, el sofá…